Ilustración y composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Caracol Radio; Cuestión Pública
AGUANTE
06.06.2021
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Santiago Botero (@dkobotero)
Sin importar la pandemia del Covid-19 miles de ciudadanos salieron a las convocatorias masivas en las calles y a protestar pacíficamente en contra de las malas decisiones del gobierno actual y sus posibles cambios, este hecho terminó por ocasionar una de las crisis más grandes en materia social, económica y de orden público en las últimas décadas. Uno de los hechos que más ha marcado no solo a la región, sino también al país e incluso al mundo es el asesinato de Lucas Villa Vásquez, el 5 de mayo de 2021. Villa era estudiante universitario de la carrera Ciencias del Deporte de la Universidad Tecnológica de Pereira, de 37 años, líder juvenil e integrante de colectivos sociales.
La noche del miércoles 5 de mayo del 2021 cuando el país completaba una semana de manifestaciones contra el gobierno. Lucas Villa estaba en el Viaducto de Pereira en medio de una concentración pacífica, cuando en medio de la oscuridad unos desconocidos
Esta ciudad también se sumó a las muestras de indignación del 28A ante las nuevas propuestas que intentó implementar el gobierno de Duque. Al ritmo de arengas, multitudinarias y coloridas marchas en la capital de Risaralda se registraron diferentes movilizaciones sociales con el objetivo de sentar la voz del rechazo al Estado.
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Santiago Botero (@dkobotero)
disparan ocho veces contra él. En los videos que fueron circulados por las distintas redes sociales se escucha cómo los gritos empiezan apoderarse de esta trágica escena “Una ambulancia” gritan en la oscuridad. Se escucha a una mujer llorando que le dice a alguien que se vayan de ahí. Efectivamente el caos se había apoderado de una protesta que hasta el momento se había tornado pacífica.
Horas antes de un feroz ataque contra su vida, se vio a Lucas Villa alegre en la participación de las manifestaciones sociales en las calles de Pereira. Su participación en las protestas sociales era muy activa, se destacó por corear arengas de forma pacífica, bailar y motivar al resto de sus compañeros y sociedad en general para rechazar la brutalidad policial y otras políticas gubernamentales.
En algunos videos grabados antes del ataque se observa a Lucas con sonrisas, baile en las calles y saludando a los agentes de policía.
Archivo extraído de YouTube: EL TIEMPO
Lucas era profesor de yoga, vegetariano y terapeuta, hablaba varios idiomas y le gustaba recorrer todo el país. Además, había tenido la oportunidad de viajar a Brasil y a Argentina, sin embargo, su amor por Colombia no le dio motivos para quedarse en estos países.
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Indepaz
«Estaba participando en un plantón pacífico en la noche de ayer en el viaducto y sin mediar palabra un carro particular se acercó y arremetió en contra de la humanidad de mi sobrino y de las personas que allí se encontraban», Martha Viviana de las Salas, tía de Lucas, le dijo a Caracol Radio.
Otro video de la desgarradora escena muestra dos hombres heridos que yacen en el piso tras el tiroteo. Uno de ellos era Lucas Villa Vásquez, quien hace unas horas bailaba y protestaba de una manera pacífica y otro de los heridos fue Andrés Felipe Castaño y Javier David Clavijo.
«De manera desafortunada pues la situación, los disparos impactaron mayormente a mi sobrino y en este momento como le digo el pronóstico es bastante desalentador», agregó
La noticia se dio a conocer rápidamente en todo el país e incluso traspasó fronteras. El reporte oficial de las autoridades habló de ‘desconocidos’ que dispararon contra manifestantes y rechazaron rotundamente los hechos ocurridos. Por su parte, el gobierno de la ciudad ofreció una recompensa de $100 millones de recompensa por brindar información que permitan esclarecer los hechos sicariales.
El dictamen médico del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, en donde fue internado dijo que Lucas: “ingresó a la institución por urgencias hacia las 8 p.m. y llegó con heridas por proyectil con arma de fuego en cráneo, cuello, tórax y miembro inferior derecho”.
Pese a que el hospital hizo su mayor esfuerzo a Villa le diagnosticaron muerte cerebral como consecuencia de los disparos recibidos.
"Lamentamos informar que, no obstante, a la atención prestada, el paciente no presentó ninguna reacción neurológica después de suspender la sedación. El paciente tiene isquemia general global. Sigue conectado a un respirador y no hay nada que hacer", indicó el gerente Juan Carlos Restrepo durante una rueda de prensa.
Después de seis días de lucha en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) su corazón dejó de latir el 11 de mayo de 2021. Ante este hecho la Universidad Tecnológica de Pereira a través de un comunicado, expresó su indignación por el ataque y pidieron a las autoridades competentes que se esclarezcan las circunstancias para dar con los responsables de los hechos.
El director de la Policía, el mayor general Jorge Luis Vargas, describió a Villa como un: “Símbolo de la manifestación pacífica en Colombia”. De igual manera, aseguró que a Pereira se enviaron: “Las mejores unidades del cuerpo élite para esclarecer ese doloroso hecho”.
Asimismo, el presidente Iván Duque se pronunció sobre el caso y manifestó en Twitter que:
Su familia describió a Lucas Villa como una persona pacifista. Al respecto Martha Viviana Salas, tía del joven afirma que: “Mi sobrino nunca ha hecho una manifestación violenta, jamás avalaría una situación en la que estuviera inmerso en actos violentos de dañar los bienes públicos, privados o a las personas».
“Lucas se basaba en el amor y la reconciliación” agregó Salas.
Mientras la investigación concluye, la familia de Lucas Villa pide justicia ante el atentado que hicieron contra él y otros compañeros que resultaron heridos. Hacen un llamado no solo a las autoridades regionales y nacionales, sino también las internacionales como muestra de rechazo a los atentados contra la vida de los jóvenes del país en medio de manifestaciones pacíficas en Colombia.
Archivo extraído de Facebook: Alejandra Alvarado
Su rostro es ahora la imagen simbólica de las protestas en Colombia que iniciaron el 28 de abril contra una reforma tributaria, pero que se han convertido en una muestra popular de ira contra el abuso de poder y la violencia policial en el marco de las protestas contra Duque.
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: @eltiodesalome
En medio de las movilizaciones sociales se conoció el caso de la Alison Meléndez una joven de 17 años de la ciudad de Popayán, que se suicidó tras un presunto caso de agresión sexual por parte de los miembros del Esmad. A través de las redes sociales se empezaron a difundir videos que muestran el momento en el que cuatro uniformados realizan la captura de la joven, quien aparentemente estaba grabando las protestas en las calles de Popayán.
Archivo extraído de YouTube: La Tapa
En medio de la detención, Alison no solo manifestó a través de las redes sociales que: “Me estaban quitando el pantalón y me manosearon hasta el alma”, sino que también reprochó el hecho de que cuatro hombres del Esmad estuvieran aprehendiendo a una mujer. Por otro lado, su abuela afirmó que cuando su nieta regresó de la Unidad de Reacción Inmediata (URI), a donde había sido llevada por las personas que la capturaron, volvió con moretones en el cuerpo y les comentó que la habían manoseado.
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Según informó la Casa de la Mujer, colectivo feminista que vela por los derechos humanos de las mujeres, Alison Meléndez, se había suicidado después de sufrir actos de violencia sexual por parte de los miembros del Esmad en medio de la detención en la URI de Popayán.
Después de que la joven mencionara que había sufrido actos de violencia sexual por parte de los cuatro agentes, fue encontrada el 13 de mayo de 2021 hacia las 11 de la mañana en su vivienda en el barrio Uvo por sus familiares, quienes hallaron a la menor inconsciente en su habitación tras aparente suicidio, aunque fue traslada de urgencia al Hospital Los Galeanos, el personal médico no logró reanimarla.
En una entrevista concedida a Blu Radio, el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía de la región afirmó que se trataba de una noticia falsa, pues los uniformados ‘únicamente’ habrían forcejeado con una persona exaltada la cual:
"Hasta ese momento no se tenía conocimiento de que fuera menor de edad. Supongo que en el forcejeo que se da no se conoce si es menor de edad o mayor de edad. Cuando llega a la URI es que se determina eso", argumentó Alarcón.
Por su parte, la Alcaldía de Popayán expresó su solidaridad con la familia de la víctima y reveló que:
"La menor fue puesta a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) la noche del miércoles 12 de mayo de 2021 a las 9:10 p.m. La menor estuvo acompañada de funcionarios de Infancia y Adolescencia de la Policía y antes de las 11:00 p.m. fue entregada a su abuela, de acuerdo a la minuta de ingreso y salida de la URI".
La Fiscalía General de la Nación anunció que el caso de la joven Alison Meléndez fue delegado a un cuerpo especializado de investigación que fue conformado por dos fiscales, una especializada en enfoques de género y un equipo forense de Medicina Legal.
"Hemos establecido dentro de la investigación la práctica de la autopsia psicológica, lo cual será muy importante para rodear el contexto en el que ocurrieron estos hechos", indicó Martha Mancera, Vicefiscal General de la Nación.
Sin embargo, el 4 de junio de 2021 en un reporte que hizo Noticias RCN, la Fiscalía General de la Nación, aseguró que las imágenes de las cámaras de seguridad de la URI permitieron evidenciar que en el lugar no hubo ninguna clase de violación por parte de los agentes hacia la joven.
No obstante, el caso continúa su investigación para determinar si los tocamientos que denunció la joven a través de sus redes sociales, habrían ocurrido durante el trayecto a la unidad.
Para nadie es un secreto el descontento social y el fracaso que se ha visto poco a poco en esta administración. Y, ¿cuál ha sido la respuesta del presidente Iván Duque con respecto a lo que inició el 28A? Hasta el momento el gobierno de Duque ha evitado y dilatado, según algunos sectores, la urgente negociación que se reclama diariamente en las calles de todas las zonas rurales y urbanas del país, esto se ha visto evidenciado a través de reuniones con gremios y mandatarios que no convocaron la protesta, lo que da muestra de su poca capacidad de negociación con los sindicatos y gremios que citaron a las diferentes manifestaciones y bloqueos en todo Colombia.
De hecho, al cierre de esta investigación, las partes, el Comité de Paro y el Gobierno Nacional, seguían sentadas en la mesa tratando de lograr un principio de acuerdo para comenzar una negociación que diera fin al paro y las multitudinarias manifestaciones en todo el país. En medio de esto y bajo la presión de los bloqueos en las carreteras, el presidente Duque en una visita a Cali, ordenó el despliegue militar en seis departamentos para el desbloqueo inmediato de carreteras en el sur del país.
Ante esta actitud abiertamente dilatoria, el Comité Nacional de Paro le envía una carta clara y contundente al presidente el 9 de mayo de 2021, en la cual se le exige sentarse con quienes realmente promovieron el paro. Es importante mencionar que esta carta cuenta con un inmenso apoyo de la mayoría de organizaciones sociales y más de 300 firmas de senadores, representantes y dirigentes populares.
Ilustración y composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Semana.com
Es claro que Colombia necesita una reforma judicial estructural y política de fondo, pero esta no es posible si no suma mayoría entre los diversos sectores de la sociedad, quienes pueden proponerla, mejorarla, robustecerla y sacarla adelante.
Lo cierto es que al igual que Chile donde las protestas comenzaron por el precio del billete de metro y culminaron en un proceso constituyente, tal vez Colombia se encuentre ante el inicio de algo más profundo que el descontento por una reforma tributaria, pues algo que comenzó a tomar forma a finales del año 2019 y que la pandemia puso pausa, pero no logró detener se puede convertir en una bomba de revolución y cambio para conseguir su propósito final.
Ante este panorama de agresividad de la fuerza estatal contra las protestas sociales, la deliberada violación a los derechos humanos, la poca transparencia en su accionar e incluso la negación de estos derechos desde la Consejería Presidencial de Derechos Humano, desde donde se establece que:
“Los derechos humanos solo existen si ciudadanos observan deberes para ser parte de la sociedad”
Así pues se debe poner como prioridad la vida en el centro de las movilizaciones y las demandas ciudadanas, puesto que las protestas sociales no deberían ser infiltradas o interrumpidas ni por la fuerza pública, ni por ningún otro actor armado. La violencia dispersa el carácter democrático que se tiene como ciudadano para salir a manifestar las inconformidades del gobierno actual, pone en riesgo la vida de los ciudadanos, lo que le permite dar fuerza a los argumentos del Estado para tratar como ‘un golpe civil’ o ‘conflicto armado’ lo que realmente se entiende como un conflicto social que tiene fundamento en problemas estructurales tales como, la desigual de género, política, económica y violenta.
Composición fotográfica extraída de: Santiago Botero (@dkobotero)
Sin embargo hay que reconocer que aunque la población colombiana ha vivido de días de terror, frustración y tristeza lo vivido se acompaña paradójicamente de una fuerte esperanza al ver que los ciudadanos deciden quitarse las vendas de los ojos y empiezan a participar de forma activa para defender sus derechos e inconformidades. ¡Esto es un acontecimiento histórico, algo nunca visto! pues ese carácter profundamente democrático había sido oprimido por el miedo en otros tiempos, no obstante, la población se niega a recaer en el pánico, por lo tanto lucha por permanecer vivo por mucho tiempo para poder recuperar la posibilidad de una ‘nueva Colombia’.
La CIDH quien se encarga de verificar la situación de derechos humanos en medio de las protestas sociales, llegará el 7 de junio de 2021 para verificar la denuncias expuestas durante las movilizaciones sociales en Colombia.