Ilustración y composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: @Mesasgraffiticali

AGUANTE

06.06.2021

Ancla 1

Lo que se ha vivido en esta ciudad durante las manifestaciones del 28A ha sido una composición de algo aterrador, que muestra la descomposición social de una guerra silenciosa entre sectores pudientes y clases menos favorecidas. Se destacan ambos aspectos, porque el terror no debería imponerse sobre la potencia de una manifestación valiente y vital tanto de la comunidad como los colectivos de derechos humanos, quienes critican el sistema político, económico y violento colombiano que no responde ante las solicitudes y necesidades mínimas de su población.

Ilustración y composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Daniela Gómez

En esta ocasión decenas de ciudadanos, organizaciones y colectivos se han encontrado para plantarse en las calles y alzar sus voces como símbolo de un reclamo legítimo para oponerse a un gobierno que no les brinda posibilidades en un momento en el que las condiciones de exclusión se han acrecentado por la pandemia.

Composición fotográfica extraída de: Santiago Botero (@kkobotero)

Así pues las denuncias conocidas no solo han sido por las razones expuestas anteriormente, sino porque se han violado los derechos humanos y la escalada de la violencia de las fuerzas del Estado contra los manifestantes parecen no tener control. A razón de todo lo ocurrido, los organismos internacionales como la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que se encarga de velar por el cumplimiento de los derechos, se han sumado a los llamados que enfáticamente reclaman por el cese de la violencia y el terror que se vive en las calles. Adicionalmente, lo que ha vivido Cali desde el primer día de marchas es la destrucción de todo el sistema de transporte MIO, el saqueo de cientos de bancos y comercios, lo que ha dejado la sensación de caos y desprotección de la sociedad civil.

Ante esta situación el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, se pronunció en una entrevista que realizó con el diario El País de España y señaló que:

“En Colombia hay una vaina que es un contrasentido. La Constitución dice que los alcaldes son los jefes de policía, pero el alcalde no coloca al comandante de la policía, el alcalde no paga al comandante. Cuando a un policía lo llama el general de rango superior deja al alcalde tirado y sale corriendo para allá.”

Asimismo el alcalde desde el pasado 28 de abril de 2021 manifestó que hasta el 13 de mayo de 2021:

“La capital del Valle del Cauca ha registrado 45 muertes violentas y 451 heridos, de los cuales el 6% sufrieron lesiones graves, mientras que el 94% restante ya fueron dados de alta.” Según lo informó a Vanguardia en el artículo titulado 45 muertos y 451 heridos en Cali desde que empezó el Paro Nacional: Alcalde Ospina

Ante esta serie de afirmaciones una buena parte de los caleños manifestaron su inconformismo y expresaron que han presenciado el despliegue desproporcionado de la fuerza pública, mientras que otros han salido a las calles y armados han disparado contra los manifestantes, inclusive, contra la Minga Indígena. Una muestra de ello es lo que pasó con el joven artista urbano Nicolás Guerrero de 22 años, quien se encontraba en la velatón del 2 de mayo de 2021 en memoria de las personas muertas en medio de las protestas sociales en el sector de La 14 Calima, cuando recibió un disparo con arma de fuego en la cabeza. Esto quedó evidenciado en la red social de un usuario de Instagram que estaba transmitiendo en vivo desde el lugar de los hechos, cuando en el video se escuchan a varias personas gritando y tratando de auxiliar al joven, quien cayó al suelo tras ser impactado por el arma de fuego.

Archivo incrustado extraído de: EL ESPECTADOR

Sin embargo, el mandatario aclaró que estas cifras han sido recogidas de manera general y que muchas de ellas no corresponden necesariamente a hechos relacionados con las protestas.

"No podemos nosotros recoger todas las muertes violentas ocurridas en Cali y vincularlas a la situación de la crisis y el estallido. Necesitamos que esto (las cifras) sea leído con responsabilidad, en su proporción adecuada. Ni maximizar ni minimizar", argumentó el alcalde para Vanguardia.

Horas después de la muerte de Nicolás Guerrero el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, confirmó que el joven murió el tres de mayo de 2021 tras recibir un disparo y emitió el anuncio de que eran familiares.

“Nicolás Guerrero es hijo de mi primo. Es un muchacho de Floralia, es un muchacho bien. Salió en la madrugada y tuvo una herida por arma de fuego en la cabeza”, aseguró Ospina, en entrevista con Blu Radio.

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Ancla 2

Pero más allá de la violencia en Cali, también se evidenció cómo hay una transformación de la perspectiva y de la mirada del territorio que ha aflorado en el paro. Se ha visto en las músicas que animan a los manifestantes y dan ritmo al corazón de una comunidad incansable, se observa cómo los indígenas con su Minga señalan el camino, las lideresas afro hacen visibles las historias de su persecución y desplazamiento, las organizaciones barriales dan ejemplo de resistencia, empatía y solidaridad y el eco que retumba de los estudiantes de todas tonalidades de piel hace sentir el ritmo de base que puede mover a toda una ciudadanía que no pretende tolerar un sistema sin garantías y efectividad.

Composición fotográfica extraída de: Semana.com

A raíz de ello son todo tipo de muestras tradicionales, modernas y contemporáneas que hacen de las manifestaciones un lugar de danza, respeto y expresión. Los ciudadanos, artistas, activistas de derechos humanos y personas pertenecientes a los diferentes gremios expresan no solo a través de arengas sino de muestras culturales su gran descontento con el sistema político y social que encabeza al país.