Ilustración y composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: Miguel Penilla; César Sarmiento
AGUANTE
29.05.2021
La multitud de personas que rodean las diferentes calles de Bogotá/ Colombia son un buen termómetro para medir la temperatura de la indignación de un mal gobierno y el rechazo a la violencia.
En el marco del paro nacional en Colombia la estatua de Jiménez de Quesada fue derribada y destrozada el 7 mayo de 2021 por manifestantes e indígenas de la comunidad Misak quienes consideraron que esta se debía tumbar: “En memoria de los hijos de Bachué, del pueblo muisca, de los pueblos indígenas de Colombia y la memoria histórica de Nuestro Nu Pirø (América) hemos derribado la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en la ciudad de Bogotá, seguimos nuestro mandato de desarrollar justicia histórica contra crímenes de lesa humanidad” aseguró la comunidad.
Toda esta euforia se dio debido al descontento del mandato de Iván Duque Márquez, lo que ha tenido a su población dividida entre el amor y el odio, entre el miedo y la esperanza de un futuro mejor.
A causa de ello el miércoles 7 de mayo de 2021 en medio del ambiente de una noche fría pero calurosa por la adrenalina y el miedo incesante de las balas y los estallidos que se repiten una y otra vez en las zonas de Bogotá, se abre paso a un mar de gente que inunda las calles con miles de banderas, pancartas y carteles en busca de un mejor país, entre esa multitud se encontraba Alejandra Medina madre de Dilan Cruz, joven asesinado en noviembre de 2019 por un agente del Escuadrón Móvil Andisturbios (ESMAD).
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: @heidy_up
Las notas del Himno Nacional de Colombia empezaron a escabullirse a través de las ventanas abiertas, mientras los manifestantes se dirigían al centro de la ciudad. El sonido de la melodía se alterna con los aplausos, cacerolazos, las arengas y las voces esporádicas de: “¡Viva el paro nacional!” coreadas en la calle. Al son de una misma marcha los manifestantes y activistas de derechos humanos en honor a Dilan Cruz se dirigieron a reemplazar la estatua del fundador de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada, ubicada en la plazoleta de la Universidad del Rosario en el centro de la capital.
En medio de ese aflore de emociones algunos carros y motos que veían el espectáculo hicieron sonar sus pitos mientras en la plazoleta se ondeaban banderas y se escuchaban gritos victoriosos. Efectivamente la estatua de Dilan Cruz había entrado a reemplazar la de Gonzalo Jiménez de Quesada, joven que fue inmortalizado por los abusos policiales en Colombia durante las protestas sociales. Cruz se convirtió no solo en un símbolo del ‘aguante’ y resistencia de manera pacífica, sino la lucha constante de quienes perdieron la vida durante las protestas sociales en Colombia.
Entre el sonido de vuvuzelas, aplausos, gritos, y levantando un retrato de Cruz, el centro de Bogotá fue escenario de un homenaje a la resistencia de los jóvenes en Colombia. Con canticos en la plazoleta de la Universidad del Rosario se escucha:
“Compañero Dilan Cruz: presente, presente, presente. Lucas Villa: presente, presente, presente. Los jóvenes del CAI de Soacha: presentes, presentes, presentes. Por todos los jóvenes asesinados, por los estudiantes que luchan por la verdad: presentes, presentes, presentes”, fueron algunas de las letrillas que se escuchaban en el centro de Bogotá, antes de ser levantada la estatua de Cruz, según se ve en un video publicado por Caracol Televisión.
Un retén de agentes del Esmad y un puñado de reporteros hacen guardia sin mucho más que hacer, pues el proceso de documentación en el lugar era difícil de captar. El ´fragor’ de la plazoleta de la Universidad del Rosario envuelve a la comunidad que hacia acompañamiento con arengas a todo trapo y banderas al aire en honor a Dilan Cruz Medina. El agua, las pañoletas y algunas latas de cervezas corren en medio del ambiente de celebración por la escultura de Dilan realizada por el artista John Fitzgerald, quien instantes previos antes de colocar
El siguiente video fue tomado de la página de Twitter de @memorias_col y documenta el proceso de ‘posesión’ del ‘monumento histórico’.
el monumento en honor a la víctima del Esmad, aseguró: “No sé si sea digna mi obra de estar acá”. Sin embargo y ante las inseguridades del artista los manifestantes lo animaron a instalar la estatua que fue difundida por varios medios de comunicación e internautas de todo el mundo.
La respiración en la multitud se escucha tan rápido como si se acabara de jugar la Copa América en Colombia, pero en realidad es porque aquel monumento que había sido ‘izado’ en la plazoleta representaba un acto de reivindicación al derecho a la protesta y a manifestarse contra los actos violentos y el abuso policial.
La adrenalina de Fitzgerald proviene desde su descontento sobre las medidas que impone el Estado, lo que ha hecho que se convierta en uno de los propulsores más importantes del paro nacional, después de que hace unos meses se cosiera los labios como señal de protesta contra el gobierno actual, justamente en el lugar en el que Dilan fue herido de muerte en el 2019, en este tiempo el escultor pedía garantías para artistas, comerciantes y víctimas del conflicto. Tras la implantación, el artista aseguró que esta seguiría en pie: “La obra se hizo para Dilan Cruz, para doña Alejandra (su mamá), y esperamos que dure, lo que pueda durar, como un símbolo de resistencia”.
John Fitzgerald Serna es escultor, artista empírico, dibujante, pintor y embajador de la Unesco por los derechos humanos. Sus obras han sido expuestas a nivel nacional e internacional, este artista caleño ha promovido mensajes de paz alrededor del mundo. Es el realizador de la escultura en homenaje a Egan Bernal y Dilan Cruz. Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: EL ESPECTADOR
La euforia se desata con el escultor y la nueva escultura que entraba a adornar la plazoleta de la Universidad del Rosario en el centro de Bogotá. A escasos metros, un grupo de jóvenes menores de edad con banderas de Colombia enroscadas en la cintura disfrutan de la música y las arengas que retumban en la plazoleta. Entre gritos de: “Dilan vive” los manifestantes celebraron el resultado del “monumento histórico” como fue catalogado.
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: César Sarmiento
Pese al gran esfuerzo que realizaron los manifestantes y activistas de derechos humanos por colocar y mantener el ‘monumento histórico’, no duró más de 12 horas en el lugar. Aunque la figura de Dilan Cruz representaba más que un símbolo de rebeldía, era un signo en señal de que los jóvenes no deben ser asesinados en el país. Después de este fatal acontecimiento, en la mañana del 8 de mayo el silencio empezó apoderarse en la plazoleta vacía de la Universidad del Rosario como muestra de la indignación y la frustración de la derrota palpante en el ambiente.
Con muchas menos fuerzas para afrontar la realidad, una multitud de jóvenes estudiantiles abandonan el centro de la ciudad con las cabezas agachadas en son de derrota. No quieren hacer declaraciones. Casi a la vez, las pocas autoridades policiales que flanquean el lugar emprenden el camino de regreso a sus bases. La obra quedó en poder de la Alcaldía de Bogotá, quienes planean devolverla en perfectas condiciones y adelantar labores de restauración en ese punto de la ciudad.
Nadie podía esperarse la presencia de Alejandra Medina, madre de Dilan Cruz, y la de Fitzgerald, aquel artista revolucionario, cuya papeleta ha ido más para la reclamación al Estado. Ante este panorama y con este acontecimiento queda claro que ambos han querido hipotecar un mejor futuro y el de las siguientes generaciones, a través de llamados de atención a la construcción de paz y a un trabajo conjunto entre autoridades jóvenes y demás agentes sociales con la siguiente afirmación: “Nosotros los artistas somos paz, y ustedes los jóvenes me acompañan y me enseñan eso”. Mientras que se agitan las banderas en el lugar, la audiencia de los medios tradicionales piensa que todo es color fantasía no sin antes percatarse del color que inundan las calles del país, el rojo violencia.
Composición realizada por Aguante con archivo fotográfico extraído de: EL ESPECTADOR
"La estatua permaneció unas horas, solamente, en la Plaza del Rosario. No obstante, ya nos confirmaron que la pieza está en poder de la Alcaldía y ellos están realizando las labores de restauración correspondientes para devolverla en óptimas condiciones. No sabemos cuándo la entreguen, pero me pareció muy chévere que se esté haciendo la gestión de arreglarla", anunció John Fitzgerald.
El relato de los hechos se narra a partir de lo vivido desde lejos, gracias a la información publicada en redes sociales por todos los que se encontraban presentes, quienes grabaron y documentaron los momentos del segundo a segundo de este ‘momento histórico’.
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